Kurt Schmidt (1901-1991) estuvo en la Bauhaus entre los años 1920-1925, destacándose como alumno en algunos de los proyectos teatrales. Como en la mayoría de los estudiantes, la influencia de Oskar Schlemmer era evidente. Las puestas en escena eran especies de ballets o danzas que enfatizaban de manera crítica, la mecanización y automatismo como expresión de los nuevos tiempos.
Escena de ballet mecánico 1923 |
Uno de los trabajos más promovidos de Kurt Schmidt fue su Ballet Mecánico (“The Mechanical Ballet”), el cual comenzó a preparar desde finales de 1922 junto con sus colegas George Teltscher y Friedrich Wilhelm Bolgler.
El espectáculo contaba con cinco figuras y duraba no más de media hora. Los actores-bailarines quedaban ocultos tras paneles coloristas, el fondo negro posibilitaba que se destacaran los colores en los simples movimientos mecánicos creados, con el objetivo de mostrar un ‘cuadro abstracto en movimiento’.
El Ballet Mecánico ha sido representado posteriormente en varias ocasiones, reconstruyendo los diseños y la coreografía de la puesta original. Así se ha hecho por el “Theater der Klänge” en 1987, en Dusseldorf.
Un año después, en 1924, Kurt Schmidt desarrolla otro proyecto: The Man at the Control Panel, más cercano a las teorías de su maestro Schlemmer. La figura humana, no se oculta, sino que se transforma. Con ello, Schmidt se suma a los experimentos del taller de teatro centrados en la relación del cuerpo con el espacio y, sin abandonar la idea de la mecanización.